martes, 7 de agosto de 2012

Camishu.

         
       Hace 16 años, en un día nublado con fecha 7 de Agosto, aún en tiempos de escuela, me encontraba sentada en mi pupitre cuando sorpresivamente entra a la sala la inspectora y le informa al profesor que me venían a retirar. Esos hechos no eran pan de cada día, y cuando  ocurrían saltaban a  la imaginación de uno mismo y de los compañeros, las más insólitas o absurdas hipótesis; la primera pregunta tácita (con la mirada):  "¿Qué le habrá pasado?",  después, ¿pediste que te vinieran a buscar?, ¿Te sientes mal?, y tu parner el más positivo te decía: "Que rico que te vas antes, porque no le dices a tu mamá que saque a mi también".  y  uno lo único que hace es sonreír, ordenar las cosas torpemente, buscar los lápices en los escritorios de los compañeros,  y despedirse  triunfante de los amigos como si  hubieses sido el elegido para salir al exterior
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         Ese tarde, era mi madre quien me venía a retirar. Recuerdo salir de la sala y verla sentada en la banca larga que estaba al costado de la biblioteca, con una mano acariciaba su vientre prominente, y con la otra sostenia su bolso maternal. Le dije: Mamá, va a nacer la Cami hoy? la Cami, Camishu para mí, es mi hermana pequeña, ahora y por siempre lo más importante en mi corazón. Cuando mi mamá me contó que estaba embarazada no le creí y no fue la mejor noticia que me pudo haber dado a esa edad,  siendo una niña y regalona de la casa,  vi en ello un potencial elemento destronador.  La Camishu desde que le contaron, siempre se quedó con esa idea, creció pensando que yo la rechacé. Pero por el contrario, mis pensamientos fueron cambiando y mi comportamiento también. 

            Sabes, te conversaba hablándole a la barriga, te contaba chistes, me gustaba ver y sentir tus pies marcaditos en la barriga de mi mamá cuando te acomodabas. Te hablé siempre y dormía abrazada a tí. Te acompañaba a los controles, nos íbamos en metro hasta el Golf  con mi mamá, procuraba que nos dieran el asiento y que mi mamá no se mareara, te ponía música y cuando naciste siempre te resfriabas he íbamos a parar a la clínica Servet. te ponían nebulizador y no parabas de llorar, yo te miraba y tomaba tus pequeñas manitas y te cantaba la única canción infantil que me sabía, y mágicamente te tranquilizabas y cuando naciste fue lo mejor!. Todos nos divertíamos contigo, eras una niña hermosa, te portabas excelente, tranquilita, alegre, inteligente y cariñosa. Y  lo más genial era que nunca hacías pataletas, eso siempre me impresiono, que te portaras tan de maravillas.

          Las cosas han cambiado, los tiempos son otros, entre ellos han pasado cosas, cosas positiva y negativas, lo importante es cómo y con quién lo enfrentamos para poder juntos, tomarlo y convertirlo en un aprendizaje, en una experiencia y  un elemento fortalecedor de la vida. Eres mi hermana regalona desde la placenta, siempre me importará tu felicidad y bienestar, y por Siempre estaré contigo, a tu lado, apoyándote, acompañándote, apañándote, y queriéndote como cada día lo hago. TE AMO.

FELIZ CUMPLEAÑOS.


Sonado: La Oreja de Van Gogh.     
Título de la canción: Nadie Como Tú.